En 1929, durante una visita al Archivo Friedrich Nietzsche en Weimar, un visitante capturó estas imágenes de la hermana del gran filósofo alemán Nietzsche, Elisabeth Förster-Nietzsche. Therese Elisabeth Alexandra Nietzsche nació el 10 de julio de 1846 en Röcken y murió el 8 de noviembre de 1935 en Weimar Era la hermana Friedrich Nietzsche, dos años más joven. Fue fundadora del “Archivo Nietzsche” en Weimar. Aparece también Siegfried Wagner, hijo de Richard Wagner, que morirá un año más tarde, en 1930.
Sobre Elisabeth dice Tomás Morales en su blog:
(…) “Fue tal la bajeza moral de Elizabeth, que hasta llegó a cobrar entrada para que los devotos de la obra de su hermano pudieran verlo en la cama, cuando estaba reducido a la invalidez.
Elizabeth, nacionalista alemana y antisemita, se hizo seguidora del partido nazi.
Creó y se hizo cargo del Archivo Nietzsche, encargándose de la edición de los manuscritos inéditos de su hermano.
Cuando Hitler llegó al poder, en 1.933, el Archivo Nietzsche recibió apoyo económico y publicidad por parte del gobierno de la Alemania nazi.
Ella distorsionó y manipuló parte de la filosofía de Nietzsche (sobre todo, los fragmentos póstumos de “La Voluntad de Poder”), para hacerla coincidir con la ideología nazi e intentar legitimar la violencia política del nazismo.
Le hizo entrega, en una ceremonia solemne, a Hitler del bastón que había usado Nietzsche, posando para la foto ante la estatua del filósofo.
No es de extrañar que uno de los asistentes a su sepelio fuera, precisamente, Hitler.
Ella fue la responsable-culpable de haber pisoteado, destrozado y echado a los pies de los caballos (nazismo, fascismo, anarquismo, racismo, antisemitismo, Auschwitz-Birkenau…) tanto la persona, como la memoria, como la obra y el legado de su hermano, convirtiéndolo en padre, padrino, inspirador, guía, responsable de esos y más caballos.
¡Es tan fácil sacar fuera de contexto y manipular la obra de Nietzsche, al escribir en aforismos, en ideas clarividentes sueltas¡. Basta con “cortar y pegar” aquí o allí, según intereses de esta “mala señora” (…)